El Yo psicológico, es el enemigo secreto que todos llevamos dentro, y tiene su centro de gravedad demoníaca, en la anatomía oculta del hueso coccígeo. SAMAEL AUN WEOR nos dice que en el cóccix, tenemos un átomo súper maligno que dirige todas las actividades del Satán interior. El átomo maligno, es también, la medusa infernal, con todas sus miles de serpientes psicológicas que como cabellos siniestros hacen parte de su horrenda cabeza. Obviamente la medusa es la personificación de nuestro Yo psicológico y de todos nuestros Yoes.
La cabeza de legión, incuestionablemente, es uno, Mara, es tres, es siete y es muchos, es decir, el ego pluralizado.
El yo psicológico, como causa, se procesa, existe, agita y alimenta a cada uno de los 49 niveles de la mente.
La luz y las tinieblas interiores, se disputan el poder en el caos ígneo espermático de la existencia, en el sexo se realiza la gran batalla entre ángeles y demonios.
Afortunadamente, hermanos gnósticos, gracias a la gran ley cósmica, a los hermanos del círculo consciente de la humanidad solar, tenemos al "Guerrero de los Dioses" con nosotros el V.M. SAMAEL AUN WEOR enseñándonos la doctrina gnóstica, a través de sus obras de sabiduría donde nos entrega la clave sacra de todos los imperios.
SUGERENCIAS
a) Sugerimos escalar, subir, a través de la imaginación creadora y de la voluntad consciente de nuestro Ser, escalón por escalón la escalera de la meditación de la Muerte del Yo.
b) Sugerimos que no se intente pasar hasta el siguiente escalón, sino hasta que se haya dominado el anterior.
c) Sugerimos antes de iniciar la práctica tomar conciencia pura, unito tal, del siguiente mecanismo psicológico.
• Auto - observación - (Psicología revolucionaria).
• Auto - análisis - (Revolución de la dialéctica).
• Auto - exploración - (Psicología revolucionaria y La gran rebelión).
• Auto - reflexión - (Psicología revolucionaria y La gran rebelión).
• Auto - descubrimiento – (Psicología revolucionaria y La gran rebelión).
• Auto - comprensión – (Revolución de la dialéctica y Pistis Sophia Cáp. 46).
• Auto - aniquilamiento – (Psicología revolucionaria y La gran rebelión).
CAPTURA JUICIO Y ANIQUILACIÓN DE LOS YOES CAUSA
Nos dice el V.M. Samael Aun Weor, que sería inconcebible la eliminación de los diversos elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos, radicalmente, LAS CAUSAS INTRÍNSECAS de nuestros defectos psicológicos. Esas causas intrínsecas, personifican el yo psicológico.
Hermanos gnósticos, no basta, no es suficiente, capturar un defecto definido, discernir sobre el, observarlos en sus diferentes manifestaciones y luego pedir la muerte del defecto a la divina Madre SI PREVIAMENTE NO HEMOS COMPRENDIDO EL YO CAUSA y su causa intrínseca de su compleja manifestación.
Conocer un robot humano en su totalidad no es suficiente; es necesario conocer y comprender la inteligencia que lo creo, y la causa profunda que motivo a esta inteligencia negativa a la creación.
El V. M Samael Aun Weor, comenta: "solo mediante los dos aspectos definidos que citaremos, podremos darnos la dicha de lograr la desintegración de todos esos elementos causales, que en una y otra forma, pueden conducirnos a la eliminación definitiva de los elementos indeseables y l a causa que personifican esos errores".
LOS DOS ASPECTOS SON:
• EL ARREPENTIMIENTO MÁS PROFUNDO
• LOS RESPECTIVOS NEGOCIOS CON LOS SEÑORES DE LA LEY. A TRAVÉS DEL CRISTO ÍNTIMO Y DEVI KUNDALINI.
Los YOES CAUSAS suelen tener complejidades espantosamente difíciles, y solo el Cristo íntimo basado en trabajos conscientes y padecimientos voluntarios puede eliminar las causas de nuestros errores.
La conciencia solar integrada con el Cristo, la comprensión absoluta, el arrepentimiento más sincero y los serios negocios con los señores de la ley, son el paso definitivo para pedir luego la eliminación de los Yoes causales. En el mundo causal el Cristo íntimo pasa por todas las torturas y amarguras de su vía crucis.
Teniendo en cuenta este trabajo del Cristo íntimo, y considerando que nuestro ego psicológico ha sido creado con energía sexual mal usada. Solo apelando conscientemente al Cristo y a nuestra divina Madre, pidiéndoles que empuñen la lanza de Eros podemos morir de momento en momento. El conjunto de agregados psíquicos que forman el ego, tienen raíces causales, y estas, tiene su origen en el rasgo psicológico.
Cada faceta psicológica, cada yo, cada elemento infrahumano con esencia condicionada, tienen su propio origen – raíz causal, emanado del rasgo.
Nos explica el V.M. Samael, que los YOES CAUSAS están vinculados a las leyes de causa efecto. No puede existir causa sin efecto, ni efecto sin causa, esto es irrefutable. El origen único de la causa y efecto lo encontramos en el yo psicológico.
Obviamente los Yoes causas, se hayan íntimamente asociados a determinadas deudas karmicas.
Cada manifestación definida del ego, a través de cualquiera de los cinco cilindros de la maquina humana, tiene su causa causorum en el yo psicológico.
Cada actuación nefasta de uno de tantos elementos infrahumanos, que en nuestro interior cargamos creará nuevos defectos negativos, y estos a su vez, otras causas que traerán nuevos efectos y así sucesivamente, vinculándolos a la ley del destino, al karma; haciéndonos la vida trágica y dolorosa en un cinto por ciento.
Teniendo en cuenta que son miles los agregados psíquicos, el lógico, que sean miles las causas que los estimulan a manifestarse ¿cuál será la causa?, ¿cuál será la inteligencia maligna que los mueve a existir? Y ¿cuál será el centro de gravedad tenebroso de esos elementos causales? Indudablemente el yo psicológico. Lo más crítico de esta cuestión, es que cada uno de nosotros, en nuestro interior, cargamos el yo psicológico.
EL ENJUICIAMIENTO PARA LA COMPRENSIÓN
Sin comprensión no puede haber eliminación. Para comprender es necesario someter al yo psicológico a la MEDITACIÓN DE LA MUERTE DEL YO, capturar el íntimo sentido de su manifestación, arrepentirnos, enjuiciarlo y por ultimo pedir su eliminación.
Sentarlo en el banquillo de los acusados y a través de la ley de los opuestos, de los extremos, reflexionando profundamente en el yo, hacerle ver a Él mismo todos los errores, sufrimiento, amargura, problemas, etc. que hemos cometido a causa de él en toda nuestra existencia; hasta conocerlo uní totalmente y reflexionar también en su opuesto ¿Qué sería de nuestra vida si este defecto hubiese sido eliminado, si no existiera? ¿Qué virtudes, que partes del ser se manifestarían? Y así con la reflexión evidente del ser en este juicio, analizando los dos extremos llegaremos al centro, al TAO, a la comprensión.
La necesidad decambiar la forma de pensar
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